“En un principio, pensé que sería fácil”, dice Kikuo Ibe, quien estuvo a cargo del diseño de G-Shock. Su optimismo no se vio afectado por el resumen de un diseño para un nuevo reloj de pulsera que simplemente decía: “un reloj que no se romperá al caerse”, Mirando desde la ventana de un baño en planta baja pensó, “sobrevivir una caída desde esta altura no es muy impresionante”. “fue entonces cuando decidió construir un reloj que no se rompiera incluso al caerse desde una venta del tercer piso (una caída alrededor de 10 metros). Pero esta decisión resulto ser una gran carga para Ibe. Sin importa con cuánta goma envolvieran la carcasa, el reloj se seguía rompiendo.
“Incluso cuando aumentamos la fuerza de los componentes, siempre hubo variaciones en la resistencia general debido a los materiales y sus formas. A fin de cuentas, siempre era la parte más débil la que soportaba la cara”. Ibe sentía que había llegado un callejón sin salida.
Pasó día tras día de tediosa investigación sin ningún avance. Pero Ibe no podía simplemente descartar la investigación que había comenzado con su propio resumen de diseño. Esto resulto ser lo que transformo a Ibe en ingeniero. Aunque ya había pasado la semana de entrega final, Ibe, al no poder encontrar solución, se tomó vacaciones de trabajo para preparar su informe. Durante ese descanso realizo un paseo por un parque y observó algo.
“Se me ocurrió repentinamente mientas observaba cómo algunos niños hacían rebotar una pelota de goma. Pensé, ‘si el reloj se encontrara dentro de una pelota podría soportar golpes fuertes’.” Éste fue el gran hallazgo que se convirtió en la inspiración detrás del diseño básico del G-Shock: “una estructura flotante que soporta a los componentes ente puntos fijos”. Verdaderamente, un momento de inspiración.
La mayoría de los ingenieros trabaja construyendo una hipótesis y luego, realizando trabajos de investigación y desarrollo basados estrictamente en datos fundamentales. Ibe tan sólo confió en su intuición. Pero fue la actitud de Ibe de sumergirse en la investigación y negarse a darse por vencido lo que le permitió encontrar la mejor solución posible. “Creía firmemente que la investigación es en sí su misma recompensa. Para ser honesto, no me preocupe demasiado si realmente se vendería.” Incluso hoy, esa filosofía ocupa un rol importante en el desarrollo de G-Shock.
“Creo que el motivo por el cual la marca G-Shock ha sobrevivido veinticinco años es que realmente es una herramienta que se adapta perfectamente a un particular estilo de vida. Entre todas las personas que trabajaron tanto y de tantas formas durante tantos años para crear la marca G-Shock es colaboración. Su éxito continuo durante veinticinco años se debe en gran medida a sus esfuerzos. Es esto lo que más felicidad me produce.” Y es la sonrisa del rosto de Kikuo Ibe mientras lo dice, lo que demuestra con cuánta pasión sigue creyendo en este proyecto.
Kikuo Ibe
Padre del G-Shock
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